sábado, 5 de marzo de 2016

Estudio de casos: modelos de intervención [25/2/2016]


(Jueves, 25 de febrero de 2016)

Hoy hemos dado los modelos de intervención dentro del estudio de casos. En primer lugar, antes de pasar a los modelos de intervención, quiero profundizar en las fases que debe tener el estudio de casos. La técnica o estudio de casos consiste en:
  • Analizar los procesos de diagnóstico e intervención, así como las posibles soluciones.
  • Relacionar las situaciones como los conceptos y principios teóricos.
  • Contemplar la teoría y la complejidad de la situación a fin de llegar a la resolución del caso.
De este modo, las fases de la técnica de casos son:
  1. Análisis de hechos, personas, situaciones, relaciones...
  2. Reflexión sobre la situación clave de manera aislada, analizando los puntos fuertes y los puntos débiles.
  3. Contrastar diferentes alternativas y formular conceptos.
  4. Proponer diversas hipótesis.
  5. Determinar el procedimiento y las propuestas de intervención según conceptos teóricos.
En esta entrada nos vamos a centrar en los modelos de intervención, que son los siguientes:




A continuación, me gustaría definir y profundizar un poco sobre cada modelo de intervención:
  • MODELO CLÍNICO. El modelo clínico también se conoce como counselling o modelo de atención individualizada, y constituye una de las formas más clásicas de orientación. Este modelo se basa en la entrevista como el procedimiento característico para afrontar la intervención directa e individualizada. Se centra, principalmente, en la relación personal orientador-orientado, tutor-alumno, orientador-padres y tutor-padres. Esta relación de ayuda tiene como objetivo prioritario el satisfacer las necesidades de carácter personal, educativo y socio-profesional del individuo. Las características de este modelo son:
    • Acción directa sobre la persona a través de una relación orientador-orientado.
    • Intervención puntual y con carácter terapéutico.
    • Su finalidad es resolver los problemas del orientado.
    • El profesional que se encarga de la intervención es el agente activo de dicho proceso, es decir, el especialista. Dentro del ámbito de la educación pueden ser los maestros o los propios orientadores.
    • Las palabras claves para resumir este modelo son: problemas personales, teorías del counselling, intervención directa, externa y reactiva.



  • MODELO DE PROGRAMAS. Este modelo hace referencia a un conjunto de intervenciones planificadas sistemáticamente que surgen de la reflexión y el análisis de las necesidades, que se dirigen a la consecución de unos objetivos. Estas necesidades se encuentran inmersas en el contexto en el que se van a desarrollar (por ejemplo, la escuela). Las intervenciones son llevadas a cabo por un equipo de personas, en el que se incluye el profesional de orientación, que de forma voluntaria trabaja en colaboración, aportando sus conocimientos y recursos y tomando las decisiones de evaluación. En este contexto, podemos definir "programa" como una oferta educativa u orientadora referida a un ámbito del desarrollo personal y/o social de los destinatarios a los que se dirige. Así, las características principales del modelo de programas son:
    • Surge de su total integración y colaboración con la institución educativa pertinente.
    • Parte de las necesidades del centro y su contexto.
    • Los programas persiguen la consecución de los objetivos del centro.
    • Los recursos del programa son los recursos del centro y de su entorno.
    • Los programas deben ser procesos de acción integrados en el currículum del centro.
    • Favorecen el trabajo en equipo del personal docente.
    • La evaluación es básicamente formativa.
    • Debe ser preferentemente proactiva.
    • La intervención por programas provoca (o busca provocar) cambios en la institución escolar.
    • Las palabras clave para resumir este modelo son: problemas de enseñanza-aprendizaje, desarrollo personal y social, teorías del desarrollo humano (cognitivo y personal), intervención preferentemente proactiva y grupal.
  • MODELO DE CONSULTA. Como su propio nombre indica, en el modelo de consulta un profesional (profesor, tutor, o incluso padres...) acude al orientador para consultar un problema o una situación que se plantea respecto al alumno. El orientador establece la relación con el profesional, de manera que su intervención respecto al alumno es indirecta. Es decir, la principal diferencia respecto a los otros modelos es que se trata de un modelo en el que el orientador no interactúa directamente con el alumno, sino que interviene o da pautas a un mediador, generalmente al tutor. De acuerdo con BISQUERRA (1998), el modelo de consulta se rige por una serie de fases:
    1. Establecer una relación entre consultor (orientador) y consultante (tutor, profesor, familia...).
    2. Analizar el conjunto de la situación y clarificar el problema.
    3. Explorar alternativas.
    4. Establecer planes de acción conjuntamente, entre consultor y consultante.
    5. Poner en práctica (el consultante) los planes con los destinatarios últimos de la intervención.
    6. Evaluar la puesta en práctica del plan de acción.
    • Las palabras claves para resumir este modelo son: dificultades de aprendizaje o enseñanza, teorías del desarrollo humano, intervención preferentemente indirecta, grupal o individual.

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Por otro lado, una vez explicados los modelos de intervención, tuvimos que determinar en grupo qué modelo utilizaríamos en tres casos propuestos, argumentando por qué. Los casos y nuestras soluciones eran los siguientes:

CASO A
  • Alumno de 5 años.
  • Cursa 1º de primaria. Escolarizado desde los 3 años en el mismo centro.
  • Desarrollo evolutivo dentro de los límites de la normalidad.
  • Presenta dificultades en el área comunicativa y suple sus dificultades mediante gestos. Su vocabulario es muy reducido y su construcción gramatical es simple usando frases de tres o cuatro elementos. Comete múltiples errores de articulación.
  • Muestra dificultades de atención e inquietud motora. Es preciso reconducirle centrarle en la tarea, repitiéndole las instrucciones. No sigue normas, solo según sus intereses.
  • Convive en casa con sus padres y una hermana de 16 años, hija del padre, de un matrimonio anterior. 
NUESTRAS SOLUCIONES (A): En este caso, optamos por un modelo de consulta. Se trataría de una intervención indirecta, porque el orientador no intervendría directamente, sino que el tutor del alumno actuaría como mediador. Además, sería una intervención interna, ya que se da dentro del centro. Podría ser grupal o individual, aunque en este caso preferimos que sea individual; ya que el niño posee unas dificultades determinadas (en el área comunicativa, atención...) y por tanto consideramos que trabajar con el alumno de manera individual sería atenderle de manera personalizada. La personalización en intervenciones de este estilo nos permiten adaptarnos a las necesidades del alumno a fin de ayudarle de la mejor manera posible.


CASO B:
  • Alumno de 8 años que cursa 3º de primaria. Se incorpora en 1º de primaria dejando el centro anterior por problemas de adaptación.
  • Presenta falta de atención y dificultades de aprendizaje. Se distrae con facilidad. A veces parece ensimismado, no termina las tareas que empieza. No es constante en su trabajo escolar.
  • Le cuesta mucho trabajo realizar tareas cooperativas y surgen muchos problemas con los compañeros para ser aceptado en los grupos de trabajo. Cuando se equivoca suele negar sus propios errores, echando la culpa a los demás y emite sonidos en situaciones inapropiadas.
NUESTRAS SOLUCIONES (B): En este caso, optamos por un modelo de programas. Aquí destacamos el carácter proactivo de la intervención, es decir, en la prevención para que al niño no le pase lo que le pasó en el otro centro (problemas de adaptación). Pensamos que la intervención ha de ser preferentemente grupal y directa (aunque también puede ser indirecta): grupal porque es necesario integrar al alumno dentro del aula, por lo que se debe tener en cuenta al resto de sus compañeros a fin favorecer su integración dentro del grupo; y directa porque consideramos que los orientadores están más especializados a la hora de diseñar programas de intervención educativa. Además, y derivado de lo anterior, la intervención sería interna dado que tiene lugar dentro del centro, ya sea a través de los maestros o de los orientadores.


CASO C:
  • Alumna de 7 años que cursa 2º de primaria.
  • Madurez lecto-escritora situada en el centil 40
  • Presenta dislalias en grupos consonánticos compuestos de /r/ 
  • Buenas habilidades de expresión y comprensión oral. Mala discriminación auditiva. Actualmente no lee ni escribe apenas.
  • Se muestra colaboradora, pero con cierto nivel de ansiedad y angustia ante sus dificultades.
  • Tiene un hermano mayor que también presentó dislalia en /r/, pero que superó, según los padres en muy poco tiempo. Los padres se refieren al hermano como todo lo contrario a la niña diciendo “es muy listo y muy rápido”.
NUESTRAS SOLUCIONES (C): En este caso, optamos por el modelo clínico. Creemos que sería muy eficaz una intervención externa, es decir, contando con la ayuda de un especialista. Sería una intervención directa (sin mediador), individual y reactiva, con el objetivo de satisfacer de la mejor forma posible las necesidades educativas del alumno y atender a sus dificultades, en este caso problemas lingüísticos como la dislalia.



RECURSOhttp://www.educaplay.com/es/recursoseducativos/2276046/modelos_basicos_de_intervencion_u_orientacion_psicopedagogica.htm (Juego online en el que se pueden trabajar los modelos básicos de intervención dentro de la orientación educativa.)


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