sábado, 5 de marzo de 2016

Patos de Lego [11/2/2016]


(Jueves, 11 de febrero de 2016)

Hoy hemos hecho algo que jamás me hubiese imaginado que haría en la universidad: hemos construido unos patos de Lego. Esto que a simple vista parece un juego, va mucho más allá, incitando a una reflexión sobre las diferencias y la personalidad de cada individuo y sobre las distintas maneras de ver las cosas.

Antes de comenzar con mi reflexión, me gustaría dejar algunas imágenes de la sesión:






(Todas las fotos han sido extraídas de Twitter, con el hashtag #orientatutorUCM, subidas por algunos de mis compañeros)


A mi modo de entender, el tema de reflexión consiste en las distintas concepciones que tiene cada persona de un pato. Somos diferentes, y precisamente por eso no hemos de tener exactamente la misma idea de pato, o de cualquier otra cosa. Cada uno tenemos nuestra propia forma de ver las cosas y no tiene por qué coincidir con la de los demás. 

Aplicando esto al ámbito educativo, nos encontramos con que dentro del aula nos vamos a encontrar a multitud de alumnos, todos ellos diferentes entre sí, con distintas maneras de ver la vida (todo ello influenciado por agentes como la familia, la cultura, el contexto socioeducativo...) y por tanto con distintas maneras de actuar. Estas distintas maneras de actuar conllevan, por tanto, distintas maneras de aprender, de hacer, de elaborar, de trabajar, de pensar... En definitiva, si hay algo por lo que se caracteriza un aula es por su gran diversidad e interculturalidad.



¡Qué gran labor la del docente! La de ser capaz de atender de la mejor forma posible a todas y cada una de las diferentes necesidades de los alumnos dentro del aula. Derivado de todo lo anterior, podemos afirmar que dentro del aula se ha de tener en cuenta la personalidad de cada uno (así como otros aspectos que veremos más adelante, tales como los estilos de aprendizaje, las inteligencias múltiples...), entendiendo la personalidad como el conjunto de características físicas, personales, intelectuales, cognitivas, morales, genéticas y sociales que reúne un individuo y que lo hacen diferente y único respecto al resto de los individuos.

Recapitulando, nos encontramos con que existen diferentes formas de ver las cosas en función de la personalidad única de cada persona. En nuestro ejemplo: cada uno de nosotros, dada nuestra personalidad, ha construido un pato de Lego en base a su propia idea de pato.

Pero, ¿son todos los patos igual de válidos? En mi opinión, esto es algo que hay que matizar. Si todos los patos fueran igualmente válidos, considero que se perderían de alguna forma valores como el esfuerzo, la autosuperación y la disciplinaEs cierto que en los patos que se construyeron en clase, había unos patos que parecían más un pato que otros. Es decir: había patos que no parecían un pato. ¿Tengo que dar esos patos como válidos, como buenos? ¿O tengo que ayudar, enseñar y guiar a esos alumnos para que de verdad construyan un pato? Con esto me refiero a que como docente, mi labor estaría en trabajar desde las diferencias (distintas maneras de pensar y construir un pato) para que el pato que los alumnos construyan en el futuro sea mejor que el pato que hicieron en el pasado. Enseñarles  a superarse, a crecer. A hacer todo lo que hagan de la mejor manera posible. A no conformarse. En definitiva, a superarse con trabajo y esfuerzo para conseguir un aprendizaje óptimo.

Por otro lado, me gustaría hacer una aclaración: individualización no es lo mismo que personalización. Ambos aspectos son igual de necesarios dentro del aula, pero existe una diferencia entre ellos. Considero que la individualización se refiere a centrarse en el individuo como tal, mientras que la personalización tiene más que ver con el carácter o personalidad del alumno. Por consecuente, el docente deberá realizar en primer lugar un análisis individualizado de cada alumno para posteriormente llevar a cabo la personalización de su aprendizaje, de manera que el maestro sea capaz de adaptar las estrategias didácticas y metodológicas a la diversidad del aula.

En resumen, las diferencias son algo fundamental en nosotros. Son algo que nos caracteriza y nos hace únicos y especiales. En concreto, dentro del ámbito educativo, los niños son muy diferentes a muchos niveles: académico, social, cultural... El profesor deberá conocer estas diferencias para tratar de comprender a sus alumnos de una forma más individual y seguidamente llevar a cabo un aprendizaje personalizado.

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